Seguro que todos hemos acertado de cuál se trata, la zona de estudio o escritorio, en este caso, de nuestros hijos.
Existen multitud y muy diferentes. Pero, a continuación se mostrarán algunos requisitos aconsejables para un espacio de estudio que dé resultados óptimos.
Deben ser muebles cómodos, es decir, que la mesa de trabajo tenga la altura adecuada y espacio suficiente para poder colocar el material necesario para trabajar o estudiar. Por otro lado, también es importante que la silla sea cómoda para estudiar y, sobre todo, si son más de 3 o 4 horas, ya que nuestra espalda debe adquirir una buena higiene postural y descansar.
Minimalistas. Esto nos agilizará el trabajo a la hora de estudiar o realizar alguna tarea, ya que si por el contrario creamos un espacio recargado o con excesivos colores puede distraer la atención y concentración.
Temperatura. Esta también es muy importante. La adecuada es entre 23º y 26º en verano y en invierno 20º y 24º. De esta forma nos mantendremos frescos y atentos.
La iluminación debe ser buena, así conseguiremos una mejor atención y agilidad visual. Si es posible, es aconsejable dirigir la mesa de estudio a la ventana para aprovechar así la luz natural.
Las pantallas deben estar alineada a la altura ojos para así no forzar la vista ya que, por lo contrario, nos puede producir mareos o dolores de cabeza.
Pero, a parte de todos estos aspectos, también debemos tener en cuenta la edad de nuestros hijos. Será adaptado con unas determinadas características dependiendo de la edad de los niños.
Escritorios infantiles
¡Mi primer escritorio!
Para los más pequeños de la casa, niños y niñas entre 4 y 7 años aproximadamente. En estos casos, a estas edades cuando hablamos de un escritorio no nos referimos a la idea común que tenemos de este concepto. Sino más bien a una mesa de 50 cm y una silla que se ajuste a su medida para que se puedan sentir lo más cómodos posible.
Así, será más fácil conseguir que comiencen a adquirir el hábito de mantenerse sentado durante un periodo de tiempo, pues ya sabemos que a estas edades es muy difícil. Y podemos trabajar este hábito jugando a puzles con ellos, dibujando, coloreando o incluso jugando.
Escritorio infantil de Muebles Ros
Escritorio infantil de Muebles Ros
Escritorio infantil de Tegarmobel
Escritorios juveniles
¡Me hago mayor!
Ahora sí, el pequeño de la casa deja de ser tan niño y ya necesita un espacio de estudio más adaptado: con mayor espacio, mayor altura, menos infantil y otros complementos. Es importante que alrededor de los 8 o 9 años cambiemos las mesas y sillas de juego dichas anteriormente, respetado todas sus etapas de crecimiento, por un escritorio acondicionado para que nuestros hijos comiencen a habituarse a hacer deberes y trabajos.
Estos escritorios pueden ser útiles para el resto de su vida estudiantil. Normalmente se trata de escritorios más grandes y espaciosos, en lo que nuestros hijos tengan suficiente espacio para colocar todos sus materiales de estudio. Además, es una buena idea elegir un escritorio amplio e incluso con dos sillas para que los padres puedan ayudar a sus hijos en los deberes y estudios.
Los escritorios juveniles, como el dormitorio en general, dejan de ser tan llamativos. Estos tienen una decoración menos fantasiosa. Pero esto no quiere decir que nuestros hijos por ello no deban tener una habitación que les guste y motive a conseguir hábitos de estudio en ella.
Escritorio juvenil de Muebles Ros
Escritorio juvenil de JJP
Escritorio juvenil de Tegarmobel
Escritorios para universitarios
¡Toca hincar codos!
Como ya sabemos, nuestros hijos no tienen las mismas necesidades entre los 9 y 16 años que a partir de su preparación y entrada en la universidad. En ocasiones, algunas familias deciden continuar utilizando el mismo escritorio que hasta el momento pero nosotros consideramos que debemos atender correctamente sus necesidades. Con esto no estamos hablando de que tengamos que cambiar el dormitorio al completo, únicamente con cambiar la zona de estudio y añadir otros accesorios sería suficiente. No obstante, en esta etapa, los dormitorios, normalmente, suelen ser más discretos e uniformes para así incitar a la seriedad y responsabilidad del estudio, consiguiendo así una mayor atención y concentración.
Ahora bien, esta zona debe estar formada básicamente por un escritorio más amplio y alto, ya que debe “crecer” simultáneamente en relación a la edad de nuestros hijos. Con una altura aproximadamente de 200x60cm. Y con 60cm de ancho como mínimo. De esta forma conseguiremos que estudien cómodos y con espacio para organizar todos sus apuntes, libros, carpetas, ordenador etc. Además de ello, sería interesante que tuviéramos en cuenta la opción de colocar enchufes en esta zona para los ordenadores, tabletas y otros aparatos electrónicos que les facilitan el estudio.
Todo ello, sin olvidarnos de tener una correcta iluminación que facilite el estudio y la vista a nuestros hijos. Para ello, además de la lámpara del dormitorio, debemos acondicionar el escritorio con un flexo para iluminar más la zona de estudio. Incluso si fuera posible, es aconsejable situar el escritorio hacia la ventana de donde procede la luz natural y así aprovecharla.
Y, para finalizar, el otro componente esencial de la zona de estudio de nuestros hijos es la silla de escritorio. Esta debe ser ergonómica, es decir, cómoda; ya que a estas edades pasan muchas horas estudiando y la espalda también sufre las consecuencias. Con ello, conseguiremos una correcta higiene postural que ellos agradecerán con el paso de los años.
Escritorio para universitarios de JJP
Escritorio para universitarios de Muebles Ros
Escritorio para universitarios de Tegarmobel
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