Cuando llega el momento de decorar la habitación de un niño pequeño, debemos tener en cuenta de que debe ser acogedor, ya que nuestro hijo pasará muchas horas descansando en el. También debemos prestar atención a la personalidad y el estilo con el que vamos a decorar, ya que los colores suaves toman protagonismo para conseguir este efecto.
Aparte de la decoración en sí de la habitación del bebé, lo más importante que tenemos que fijarnos a la hora de comprar la ropa de cama para niños es, sin duda alguna, es de qué material está hecho. La piel de un niño pequeño, y más cuando estamos hablando de un recién nacido, es extremadamente delicada, ya que después de pasar nueve meses bajo la protección del vientre de mamá, debe adaptarse a un nuevo tacto diferente. Vamos a enumerar los materiales óptimos con los que debe estar fabricada la ropa de cama para los niños:
El algodón es la materia prima por excelencia y la que nos asegura al 100% su calidad, por ser totalmente hipo alergénica, suave, absorbe la suciedad y derrame de líquidos y es muy fácil de limpiar. Es un tejido transpirable, por lo que es perfecto para las noche más calurosas.
El algodón es muy económico y muy duradero y resistente, por lo que es este material está presente en toda ropa de cama para niños de calidad: edredones, cojines o cortinas. Es imprescindible que esté presente en la ropa de cama para niños que esté en contacto directo con nuestro pequeño: juegos de sábanas y almohadas, ya que su piel sensible dan un efecto relajante y de suavidad a su cuerpecito.
La tela orgánica es otra opción muy acertada a la hora de escoger la ropa de cama para los niños. El algodón orgánico se elabora sin pesticidas pesticidas, fertilizantes u otros productos químicos.
También tenemos la opción del tejido fabricado a base de bambú, ya que éste crece sin la ayuda de tanta agua como el algodón y no requiere de pesticidas.
Existe en el mercado ropa de cama para niños que combina el tejido a base de bambú junto con algodón orgánico, una apuesta también muy acertada y tranquilizadora como padres, ya que protege la delicada piel de nuestro bebé.
Los tejidos técnicos tales como el poliéster, se combinan mayoritariamente junto con el algodón. El poliéster está exhaustivamente estudiado e elaborado para que añada resistencia y durabilidad a un tejido, especialmente si esa ropa de cama ha de lavarse y plancharse periódicamente, como es el caso de la ropa de cama para niños. Debemos asegurarnos como padres la calidad de dicho material y que esté en combinación con el algodón, ya que será más suave y cuidadoso con la delicada piel de nuestro bebé.
En las noches más frías, considera la ropa de cama para niños hecha de franela. Escoge un juego de sábanas a base de franela cepillado o dorso de edredones a base de este material.
Existen en el mercado múltiples modelos, colores y estampados diversos que harán de su cama mucho más acogedora y envolverá a tu hijo en suavidad.
La lana 100% pura virgen de oveja es una opción muy versátil y fácil de limpiar. Hacen de su cama mucho más mullida y su textura y estilo aportan mucha comodidad. Asegúrate que sea lana pura, a ser posible que lleve tratamiento anti ácaros y si puede llevar combinación con el algodón, para asegurar el material en la ropa de cama para niños que cuide con totalidad confianza la piel de nuestro pequeño.
¿Qué tipo de tejido prefieres para la ropa de cama para niños? Comparte tus preferencias.
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