Hay muchas cosas que puedes hacer para renovar el cuarto de los niños. Puedes pintar las paredes, cambiar la ropa de cama o las cortinas. Pero hay una idea que seguramente no hayas contemplado, y que resulta de lo más atractiva: pintar el suelo para darle color y mucha chispa. Aquí tienes algunas ideas que te van a encantar.
¿La habitación de los peques está un tanto sosa y te resulta aburrida? Si es así, tienes que hacer algo para cambiarlo, ¿no crees? Hoy te proponemos una solución en la que quizás no hayas pensado. Se trata de pintar el suelo con colores alegres y diseños divertidos para darle un aire totalmente actualizado.
Cuando pensamos en actualizar un espacio concreto de la casa, no solemos pensar en cambiar el suelo. Al menos, no en pintarlo nosotros mismos. Esta es una de esas tareas que nos parecen demasiado complicadas. Sin embargo, si eres un poco mañoso podrás hacerlo sin problemas y con unos resultados más que aceptables.
Por eso hoy venimos a contarte que, además de cambiar el color de las paredes y de poner cojines nuevos en sus camas, pintar el suelo de madera de la habitación de los niños es una forma genial de renovar el espacio. Y más si ya está deteriorado, con los arañazos propios de la actividad infantil.
Los suelos de los cuartos infantiles están expuestos a un gran desgaste. Desde que el tierno infante tiene 6 meses hasta que cumple los 10 años (y a veces más), el suelo de su cuarto es su hábitat natural. Quiero decir, que los niños pasan mucho tiempo tirados en el suelo. Allí juegan, dibujan, leen, hacen puzles… No necesitan sillas ni ningún otro tipo de asiento.
Y eso, a la larga, le pasa factura a la madera, con el consiguiente deterioro cotidiano. Siempre puedes poner una alfombra y pensar en otra cosa. Pero, claro, esta opción tampoco es la perfecta. Una alfombra no es la superficie más fácil de limpiar y, si algo es esencial en una habitación infantil, es que esté siempre limpia. Puedes poner una siempre que la aspires muy frecuentemente y la lleves al tinte cada vez que tus hijos la ensucien, que puede ser bastante a menudo.
Por eso me gusta la opción de la que te hablo hoy: pintar el suelo con colores alegres y divertidos. No solo te quedará como nuevo, sino que le darás un toque original a su cuarto.
Marcar el terreno en una habitación compartida
Aquí tienes una idea muy original, que consiste en delimitar el espacio de la habitación a través del suelo. En ese cuarto duermen tres hermanos y, gracias a los colores del suelo, cada uno de ellos tiene su propio área de descanso y juego dentro de la misma habitación compartida. ¿No te parece genial?
Para poner en práctica la idea no tienes más que elegir los dos o tres colores que más te gusten (o que más les gusten a tus hijos, que ellos también pueden tener cierta capacidad de decisión) y pintar las distintas zonas, utilizando cinta de carrocero para conseguir el mejor resultado.
Elegir un diseño de ajedrezado puede ser una buena idea. Además, es una opción que admite muchas variantes, en función de la decoración de la habitación. Según elijas los colores y el acabado, el suelo será más o menos moderno o clásico.
A mí me encanta el suelo de cuadros blancos y rojos, con ese toque despintado tan especial. Un suelo muy vintage para una habitación infantil decorada en esta línea.
Pero también me parecen interesantes otras combinaciones de color: blanco y negro, blanco y gris o blanco y amarillo limón pueden ser buenas elecciones. Tú decides qué te gusta más.
¿Y qué me dices apostar por las rayas Chevron para pintar el suelo? Las habíamos visto en las paredes, en la ropa de cama, en los muebles… Ponerlas en el suelo es una interesante alternativa.
Por otro lado, puedes optar por elegir un solo color y pintar el suelo de la habitación sin complicar más la tarea. O optar por la gama de tu color favorito y pintar cada tabla con un tono diferentes, como se hizo en la imagen.
La cuestión es aplicar la técnica de la forma adecuada y añadir tu propia creatividad. Incluso unas sencillas hormigas en hilera pueden convertirse en el detalle divertido en un cuarto infantil.
Como te decía al principio, puede que pintar el suelo te parezca una tarea difícil, pero no lo es tanto. Lo importante es conocer el procedimiento a seguir y trabajar con tranquilidad. Para empezar, hay que lijar muy bien las tablas de madera del suelo para eliminar el barniz que pudiese tener y los restos de suciedad.
Para esta parte del proceso necesitas una lijadora eléctrica (siempre puedes alquilar una en tu centro de bricolaje habitual). Una vez bien limpio y lijado el suelo, elimina el polvo y comienza a pintar con brocha. Acuérdate de empezar por el fondo de la habitación y ve avanzando hasta la puerta.
Utiliza pintura acrílica y aplica dos o tres capas, esperando unas 24 horas entre capa y capa para que esté bien seco. Cuando hayas terminado, llega la fase de barnizado. Este paso es imprescindible para proteger el acabado si quieres que el resultado aguante un tiempo.
Puedes elegir un barniz mate, satinado o brillante en función de lo que más te guste. Eso sí, compra uno específico para suelos. Será más duro y protegerá mejor.
De todas las ideas que te hemos enseñado, ¿cuál es tu favorita?
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