Dejar el pañal, abandonar el chupete, dormir solo y comer sin ayuda son algunos de los cambios que tienen que realizar nuestros hijos, pero ¿cuándo es el momento ideal para hacerlo? En el artículo de hoy te contamos todo lo que tienes que saber de un paso fundamental en la infancia de tu niño: cambiar la cuna por la cama. De repente nuestro hijo ha pasado de ser un bebé a ser un niño con carácter, que al igual que el resto de personas, opina e impone su criterio en todas las situaciones. ¿Estará preparado para dejar la cuna? ¿Cómo se lo tomará? ¿Habrá llegado ya el día? Ese día en el que hay que sacar a nuestro niño de la cuna, o bien porque ya no entra y duerme encogido, o porque igual va a tener un hermanito que la necesitará más que él o simplemente porque le vemos preparado para dar el paso ¡Pues, adelante!
¿Cuándo es el momento de pasar de la cuna a la cama?
Cambiar la cuna por la cama es muy importante para el desarrollo de los niños. Y nosotros, los padres, somos los encargados de determinar cuándo ha llegado ese momento. Si todavía tienes dudas, tranquilo, a continuación, te daremos varios consejos. Aunque no hay normas cerradas para tomar esta decisión, sí que hay algunas pistas que nos indican este primer cambio relevante en la vida del pequeño: No hay una edad fija, pero los dos años o dos años y medio es la edad recomendada.
es la edad recomendada. El momento preciso lo marca el propio crecimiento del niño. Cuando ya no está cómodo en la cuna es la hora de tomar la decisión.
¿Cómo explicarle al niño que tiene que dormir en la cama?
Ten en cuenta que es un cambio muy importante en la vida de nuestro hijo, pero es completamente normal y debe estar preparado para ello. Lo mejor es dejar que participe en la elección de su nueva cama y que os ayude a desmontar la cuna. Sobre todo, cuando toméis la decisión de cambiar la cuna por la cama hacerlo sin dudar. Evitad el fallo de realizar este cambio relacionándolo con la llegada de un hermano pequeño ya que estos dos cambios bruscos pueden afectarle. Un buen consejo es transmitir un mensaje de positividad al niño que os ayude con el cambio, por ejemplo, hacedle ver que "los niños mayores no duermen en cunas".
¿Después de la cuna, cómo tiene que ser la cama?
A la hora de elegir la nueva cama, lo más aconsejable es escoger una base que no sea muy alta para que el niño pueda subir y bajar con facilidad, también para evitar caídas, aunque puedes poner una barandilla al principio para impedir que se caiga. Además, es recomendable que la cama esté situada en un lugar donde no haya espacios entre el colchón y la pared, para evitar por ejemplo que el niño introduzca las manos o los pies. En todo caso, lo fundamental para que el niño duerma bien en cualquier espacio es que se sienta seguro. En este punto es importante tener en cuenta las medidas: las cunas tienen un espacio de 60x120 y cuando llega el momento de pasar de la cuna a la cama, esta última puede ser de un tamaño estándar (90x190) o un poco más pequeña (70x140). Lo que nosotros recomendamos es que duerman en una cama de 70x140 hasta los seis años aproximadamente, para que se sientan más arropados. La elección del colchón para la nueva cama también es importante. Al igual que ocurre con los adultos, también existen modelos de colchones con diferentes grados de firmeza y adaptabilidad para cada etapa del crecimiento de un niño. A lo largo de la etapa de niñez, lo importante es un buen soporte y firmeza para la espalda ya que su columna se encuentra en continuo crecimiento. De hecho, no son recomendables los colchones muy blandos durante esta etapa. La firmeza es tan importante como la comodidad, ya que ambos elementos influyen en la calidad del sueño del niño. Opta por colchones en los que pueda tener libertad de movimientos para cambiar de postura y con un buen grado de transpirabilidad, que no genere ni frío ni calor. Los tratamientos higiénicos como la triple barrera también son un factor importante en la elección, ya sabes que a esas edades es imposible mantener el colchón igual de limpio que el primer día. En este artículo te damos varios consejos para eliminar las manchas y mantener la limpieza de los colchones. Por último, no nos olvidemos de la almohada. Es un elemento que ayuda a prevenir las posibles deformaciones de la columna. Lo mejor es que sea 3 cm de altura y con agujeros antiahogo que absorban posibles vómitos.
Consejos para que el niño se habitúe a dormir en la cama
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