Existe varios tipos de tela en ropa de cama. Cualquiera que sea tu preferencia, es esencial escoger un tejido de calidad para hacer que tu ropa de cama dure mucho tiempo. Las fibras naturales y sintéticas de gama baja tienden a formar bolitas, a aflojarse o a perder brillo.

La ropa de cama de algodón es un clásico. Cómoda, resistente y natural, se adapta a todas las estaciones. El tipo de algodón más común es el de 57 hilos/cm², lo que representa el número de hilos y la finura del tejido. Cuanto mayor sea el número, más suave y resistente será el tejido. Cuando el tejido alcanza los 80 hilos/cm², resulta una tela muy cualitativa llamada percal de algodón. Suave y resistente, es ideal para las fundas nórdicas o la ropa de cama en general.

El satén de algodón, una otra posibilidad, es el resultado de un tejido de al menos 100 hilos/cm². Da a la ropa de cama un aspecto sedoso en el lado anverso y mate en el lado reverso, la textura es flexible e increíblemente suave.

La franela de algodón tiene un aspecto esponjoso y afelpado. El algodón es muy suave al tacto y ha sido batido para hacerlo más aislante. Este proceso le da calor y comodidad. Es el material perfecto para los que tienen frío y quieren mantenerse calientes durante el invierno.

Las tiendas de ropa de hogar se renuevan constantemente para que todo el mundo pueda encontrar el material ideal para vestir su cama. Se ofrecen nuevos materiales más cómodos y modernos para personalizar y decorar el dormitorio. La ropa de cama de gasa de algodón es muy ligera, ¡perfecta para el verano! Su aspecto ligeramente arrugado está de moda y aporta un aire bohemio a la decoración.

La ropa de cama de algodón lavado es muy suave, tiene una bonita caída y es muy agradable al tacto. Gracias a este material de moda, su cama se convierte en un auténtico capullo de suavidad.

Mollie Pettersson
Mollie Pettersson

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