Como siempre, la madera es el no va más para tener muebles infantiles bonitos y duraderos. Idealmente, la madera habrá recibido los mínimos tratamientos químicos posibles. La elegiremos en bruto para contribuir a que el aire de la habitación infantil sea puro o, si no, comprobaremos el tipo de materiales de pintura utilizados (¡di no a los disolventes!). Si no, podemos decantarnos por muebles infantiles de tablero de fibras, MDF (tablero de fibras de densidad media) o HDF (tablero de fibras de alta densidad) de buena calidad.
En el caso de los bebés y los niños pequeños, los primeros muebles suelen ser de plástico para facilitar la limpieza (escritorio pequeño, sillita) y reducir el riesgo de heridas. Lo más importante es estar pendiente siempre de la seguridad de los niños de cualquier edad, sobre todo antes de los 3 años.
El vidrio se encuentra muy poco en las habitaciones infantiles, excepto en el espejo de un armario o un pequeño tocador.
Conviene saber que abrir las cajas de cartón antes del montaje es una forma eficaz de permitir que los compuestos orgánicos volátiles (COV) se disipen por primera vez. Una vez que estén montados los muebles infantiles, abre bien las ventanas a diario para ventilar y que el aire sea de buena calidad.
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