Si aún no tiene su propio rincón de estudio y este año has decidido que es hora ya de que tenga su escritorio, toma nota de estos 4 consejos para montárselo. Será mucho más fácil que se sienten a hacer los deberes.
1 La mesa de escritorio y la silla
A la hora de elegir su mesa, ten en cuenta las necesidades del niño, su estatura y el tamaño y estilo de la habitación. Si tu hijo es pequeño, lo mejor son los escritorios de altura regulable, que crecen a medida que lo hace el niño. Deben tener espacio suficiente para libros, cuadernos, lápices y, cuando sean adolescentes, para el ordenador. Además, tiene que tener el mismo estilo que el resto de la deco de la estancia. Evita muebles de cristal, vidrio y materiales con brillo.
Cuida la espalda. Lo más importante a la hora de elegir una silla es que permita una correcta postura corporal, permaneciendo los pies en el suelo con un ángulo de 90º con respecto a la cadera. Lo ideal, una silla regulable en altura y ergonómica. Además, es preferible que no tenga ruedas para eliminar cualquier posible juego.
2 Luz en el escritorio
Para tener un mayor confort y poder evitar problemas con la vista, es indispensable una correcta iluminación. La luz natural es la más adecuada para estudiar o hacer deberes, por lo que si el espacio te lo permite, coloca tu escritorio para que entre la luz por un lateral; si tu hijo es diestro por el lado izquierdo y si es zurdo por el derecho, así evitarás sombras. Si solo puedes situarla frente a la ventana, evita el molesto foco de luz directo sobre la cara, luz apropiada.
Iluminación artificial. Cuando la luz exterior no es suficiente, recurre a otras lámparas de escritorio. Además de la luz general, es necesario una lámpara de mesa que ocupe poco, que proporcione una luz directa, mejor con el pie articulado o flexo con el haz de luz dirigible y de color blanca o azulada.
3 Orden y organización
Los niños tienen que ser capaces de coger cualquier material que necesiten a la hora de estudiar sin tener que levantarse de la silla, así evitarán desconcentrarse. Para ello, su zona de estudio debe contar con estanterías, organizadores, cajones, cestas.. Espacio suficiente donde guardar todo y que esté ordenado para que localicen las cosas rápidamente. Busca muebles modulares para ir agregando piezas a medida que el niño crezca y cambie sus necesidades.
En orden. Para ganar en eficiencia es necesario tenerlo todo colocado. El material que tu hijo use a menudo, como hojas para apuntes, libretas o bolis, sitúalo sobre la mesa en almacenaje abierto. Los libros de uso diario, en estanterías bajas y abiertas; los de uso ocasional, en las altas, y en cajones guarda lo que no quieras que se vea.
4 El rincón de estudio
Es importante que los niños tengan una zona de estudio tranquila e iluminada, para facilitar y mantener la concentración. Lo ideal, que sea un espacio propio, como su dormitorio. Si comparte habitación con un hermano, habría que establecer diferentes emplazamientos para ambos. Es recomendable separar el escritorio de la zona de juegos, para evitar distracciones y, si es posible, lejos de la cama, para que no acaben tumbándose.
Ayudas externas. Aprovéchate del poder de los colores para ayudar en la concentración y bienestar. El blanco transmite paz, tranquilidad y orden; el amarillo activa la mente y la creatividad; el azul calma la mente y evita el despistarse; el verde reduce el estrés y da seguridad; morados y lilas reducen la impaciencia.
Inspírate en estos 6 escritorios infantiles que hemos seleccionado:
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