Es importante acertar con la medida de la alfombra. Para no equivocarse, hay un pequeño truco muy útil, colocar hojas de periódico, que ocupe la zona donde desea colocar la alfombra, así verá cuál es la medida perfecta para el espacio elegido. Aunque hay una serie de medidas estándar que nos pueden servir de guía. Además deberemos tener en cuenta, el estilo y los colores que rodean el ambiente donde va colocada.
También es importante elegir los colores adecuados, ya que son capaces de transformar la atmósfera de una estancia y de influir en nuestras sensaciones. Hay colores relajantes, como el verde, que aportan bienestar y serenidad. Y colores enérgicos, como el rojo, que aportan entusiasmo y calor. A partir de los años noventa, surgió la tendencia de ambientes tranquilos y relajantes, por lo que predominan en decoración los colores neutros, aunando además clase y elegancia. Para contrarrestar los ambientes demasiado “planos” que comportan los colores completamente neutros, es fundamental el uso de texturas.
a) Recibidor y pasillo
Para la alfombra de entrada, la alfombra debe ser igual a la puerta, o un poco menos, y deben usarse fibras resistentes, tipo coco, acrílicas o polipropileno, para facilitar la limpieza de los zapatos.
En las zonas de paso, como podría ser un recibidor o un pasillo, son preferibles alfombras resistentes al uso, de acrílico o polipropileno. Las medidas adecuadas para un espacio ni demasiado grande ni demasiado pequeño son 80×140 cm. en el caso de la entrada, intentando que llene lo máximo posible y dejando el mismo espacio a ambos lados; si hay algún mueble o consola no ponerlos sobre la alfombra, al contrario que en otros espacios de la casa, en la entrada es mejor dejar la alfombra suelta.
Para el pasillo, normalmente se utiliza una alfombra alargada que unos 20 cm. más estrecha que la anchura del pasillo, y unos 45-60 cm. más corta que el largo del mismo pasillo. Es imprescindible colocar una bajo alfombra antideslizante para evitar resbalones y caídas.
b) Sala de estar
En un salón, la alfombra puede utilizarse como el punto central en la decoración. Preferiblemente utilizar alfombras grandes colocando como mínimo la mesa centro y las patas delanteras del sofá o sillones sobre la alfombra.
Para la alfombra que se coloca con los sofás, la medida más común es de 170×240 cm. o similar, pero deberá ser por lo menos igual de ancha que el sofá, aunque mejor si es un poquito más larga. Un salón siempre tiene un aspecto más acogedor si todos los muebles están sobre la alfombra definiendo los espacios.
Para salones muy grandes puede colocarse una alfombra de 300×200, o colocar dos o tres alfombras para crear espacios diferentes; aunque una alfombra grande unifica el salón.
Si se quiere colocar una alfombra en la zona central de una habitación, no se debe dejar más de 60-90 cm. de espacio en los bordes para no dar sensación de que la alfombra es muy pequeña.
Recomendamos colocar la alfombra delante de los sofás. Lo ideal es que la alfombra sea lo suficientemente grande para que todas patas de los sofás y sillones estén apoyadas en ella, unificando todos los muebles. En este caso, una buena opción es elegir una alfombra de un color parecido al suelo, consiguiendo una pisada más confortable sin que destaque demasiado. La alfombra será lo bastante grande para que al estar sentado, los pies se apoyen en ella.
La opción más económica es ponerla más pequeña y dejarla libre de los sofás, apoyando sólo la mesa de centro (si la hubiera); dando un poco de color al salón. Hay que dejar la misma distancia a todos los muebles, y para que no se mueva hay que colocar unos bajo alfombras antideslizantes.
Lo mejor es utilizar alfombras de fibras naturales, tipo lana, seda, etc. y preferiblemente que sean tejidas a mano.
c) Comedor
Lo ideal sería que la alfombra “enmarque” la mesa bajo la que se coloca y evitar que obstaculice las sillas. Los muebles tiene que estar centrados encima de la alfombra. Si la mesa de comedor es rectangular, una alfombra rectangular será la mejor elección, escogiendo un diseño redondo para una mesa redonda o cuadrado para una cuadrada.
La alfombra debe ser lo suficientemente grande para que al retirar las sillas de la mesa éstas sigan estando sobre ella, para evitar arrugar la alfombra al volver a colocar las sillas junto a la mesa y estar incómodos sentados con las patas delanteras sobre la alfombra y las traseras fuera.
Por lo tanto, habrá que dejar como mínimo 70 centímetros a cada lado de la mesa.
Lo mejor es utilizar alfombras que sean de fácil limpieza y mantenimiento. Lo mejor es poner alfombras acrílicas, en polipropileno, nylon o vinilo.
d) Dormitorio
Las alfombras dan al dormitorio un aspecto mucho más cálido y confortable.
Al elegir la medida de la alfombra del dormitorio, es muy importante tener en cuenta el tamaño de la cama y de la habitación.
Si el dormitorio es muy grande, colocar la alfombra debajo de los pies de la cama dejando parte de la alfombra bajo la cama y que ocupe parte del cuarto, una alfombra de 170×240 estará bien, pero siempre queda mejor si es más ancha que la cama. Otra opción es colocar una alfombra bajo la cama, el ancho tiene que ser un poco más que el espacio que ocupan la cama y las mesitas. Es importante poder pisar la alfombra con los pies descalzos cuando nos levantamos de la cama.
También se puede colocar dos alfombras para bajar de la cama que midan 80×150.
Las alfombras deben ser lo más agradables posibles al tacto, por ello recomendamos que sean de lana, seda, acrílicas o rayón, y pueden ser tejidas a mano o máquina.
e) Exteriores
Ideales para decorar ambientes del exterior de la casa como terrazas, jardines o porches. Estas alfombras son decorativas, prácticas y funcionales. En función del espacio que se desee decorar, hay diferentes modelos según el tipo de fibra empleada para su confección. Para porches y terrazas cubiertas la mejor opción son alfombras de bambú, ya que son resistentes y perfectas en color. Para el jardín o terraza, lo mejor son alfombras hidrófugas, resistente a los rayos del sol y anti-moho, y las mejores son las de polipropileno o vinilo. Son resistentes a las inclemencias atmosféricas, sin alterarse sus características.
f) Para niños
Para el cuarto de juegos o el dormitorio de los niños, recomendamos alfombras de colores vivos, los motivos más habituales de las alfombras para habitaciones infantiles representan personajes de dibujos animados, o letras y números.
Las alfombras para niños sirven sobre todo para que los pequeños puedan jugar sobre una superficie suave que les aísle del frío del suelo y que les proteja en caso de caídas, además de proteger el suelo de la habitación, expuesto al ajetreo de los niños.
Las alfombras para niños se fabrican con fibras muy suaves, hipoalergénicas, resistentes y seguras. También pueden limpiarse fácilmente con la aspiradora.
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