Por Ainhoa Plata, Psicóloga
Hace unos días publiqué en mi Instagram una foto de la cama de Chloe. Una cama Montessori de estilo tipi, de estas que están tan de moda hoy en día (comparto la foto más abajo). La cama gustó mucho, y no tardé en recibir muchos mensajes con dudas acerca de la cama y su funcionalidad, así que pensé en que lo mejor era escribir un post en el que pudiera explicarme como es debido y llegar al máximo de personas posible.
Hasta hace relativamente poco tiempo, el método Montessori sólo lo conocíamos los que estamos en el mundo de la educación ¡y ahora resulta ser un reclamo de marketing bestial!
En este post no quiero enrollarme hablando del método Montessori en líneas muy generales, porque de eso está plagado Google. Simplemente voy a intentar aclarar el tema de la cama en concreto, y cómo lo estoy haciendo yo con Chloe, ya que a decisión de ponerle esa cama a Chloe no ha sido una decisión estética.
El sentido de poner una cama Montessori
La metodología Montessori no es poner una cama cuqui que queda muy Pinterest. Se trata de una filosofía de crianza en la que la premisa principal es otorgar a los niños la completa libertad de aprender y desarrollarse por sí solos, y para esto hay que adaptar el mundo a ellos, y no adaptarles a ellos al mundo de los adultos.
Si creemos firmemente en este valor, es lógico que nos cuestionemos si queremos una cuna con barrotes, ya que están diseñadas para que el adulto pueda estar tranquilo de que el bebé no se va a mover de ahí. Pero ojo, no vas a ser ni mejor ni peor padre por poner una cuna con barrotes o una cama en el suelo. Es importante que valoréis si vosotros, como padres, os vais a sentir cómodos con ello, y tener en cuenta que la crianza es mucho (muchísimo) más que la elección de una cama. En serio, olvídate de las modas y se coherente contigo/a mismo/a.
En nuestro caso, decidimos ponerle una cama Montessori, pero teníamos claro que si veíamos que no funcionaba o que no nos sentíamos cómodos, recurriríamos a la cuna tradicional (que ya la tenemos guardada, herencia de los sobrinos :p) Y no íbamos a ser peores padres ni menos guays, porque la filosofía Montessori va precisamente de flexibilidad y adaptación.
¿A partir de qué edad pueden dormir en una cama Montessori?
En la publicación de Instagram os contaba que Chloe duerme las siestas ahí desde que cumplió los 3 meses, y eso os sorprendió bastante.
Cuando estaba embarazada y la gente venía a casa, yo enseñaba la habitación de Chloe con mucha ilusión (como hacemos todas), y la gente me solía preguntar ¿y con qué edad la pasarás a esta cama? Y yo contestaba “ella me lo dirá”.
Claro, alguno se pensaría que con las hormonas se me había ido la pinza del todo. Pero no, ESO ES EL MÉTODO MONTESSORI.
Nosotros no teníamos ninguna edad en mente, lo único que sabíamos es que lo conveniente era que primero echara siestas ahí, para que se familiarizara antes de pasar las noches enteras. Pero no sabíamos si eso iba a pasar al mes, a los 3, a los 10 o a los 24 meses. Ahora hace las siestas ahí, pero no os puedo decir cuándo hará las noches, porque nuevamente nos lo dirá ella ?
¿Qué quiere decir esto de que nos lo dirá ella? Pues que con el método Montessori lo que hacemos es prepararles un ambiente que beneficie el desarrollo de su potencial y autonomía, y a partir de ahí, los adultos debemos acompañarlos en los aprendizajes, pero a su propio ritmo, procurando no dirigirles para que así se sientan libres de elegir qué hacer en cada momento. Al ofrecerle a Chloe esa posibilidad y ver como no sólo lo acepta, sino que está haciendo las siestas más largas que nunca, podemos concluir que está preparadísima, sin duda alguna.
¿Es cómoda una cama Montessori?
Para los bebés sí. Para nosotros no tanto. Pero como he dicho antes, la filosofía Montessori se trata de adaptar el mundo a ellos, y no a nuestra comodidad.
Como podéis ver, tienes que arrodillarte constantemente, para acudir a su llamada, para hacer la cama, etc.
Para ellos sí es cómoda, ya que es lo mismo que una cuna pero con la ventaja de que no están “atrapados” y tienen la autonomía de poder entrar y salir cuando ellos lo deseen y así poder explorar su entorno con total libertad.
Los 3 ingredientes principales del método Montessori
Aunque este post se centre en el tema de la cama, no quiero despedirme sin compartir con vosotros lo que creo que son los 3 ingredientes imprescindibles del método Montessori: Confianza, paciencia y respeto.
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