Las alfombras infantiles son un elemento decorativo muy habitual en la habitación del bebé, ya que proporcionan confort al pequeño. De hecho, las alfombras aíslan del frío y absorben el sonido, además de aportar una decoración bonita a la habitación del pequeño. Con las alfombras puedes jugar a delimitar espacios, creando un rincón para el juego o la lectura. Y es que los niños suelen jugar en el suelo y, con la presencia de una alfombra, te aseguras de que lo hacen en un entorno cálido y agradable.
Sin embargo, las alfombras también pueden ser un foco de infección si se acumulan en ellas los temidos ácaros, por lo que la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP) aconsejó evitar su uso en niños, así como las moquetas o los peluches. Pero no por ello debes renunciar a este elemento decorativo bonito y práctico. Simplemente, debes tener en cuenta algunos factores al adquirirlo.
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Requisitos que deben cumplir
A la hora de adquirir una alfombra para la habitación del bebé o el niño, es importante que tengas en cuenta algunas cosas:
Apuesta por las fibras naturales. El algodón es un tejido muy adecuado para una alfombra, ya que se puede lavar, es resistente al calor y no se apelmaza. También la lana es un tejido natural apropiado, en este caso, para alfombras a utilizar durante los meses de invierno. Sin embargo, debes tener en cuenta que las alfombras de lana pueden soltar pelusa al estrenarlas.
El algodón es un tejido muy adecuado para una alfombra, ya que se puede lavar, es resistente al calor y no se apelmaza. También la lana es un tejido natural apropiado, en este caso, para alfombras a utilizar durante los meses de invierno. Sin embargo, debes tener en cuenta que las alfombras de lana pueden soltar pelusa al estrenarlas. Elige bien el tamaño. Es importante que tengas en cuenta qué tipo de alfombra quieres para que sea adecuada al espacio del que dispone la habitación infantil para evitar que sea demasiado grande o pequeña.
Es importante que tengas en cuenta qué tipo de alfombra quieres para que sea adecuada al espacio del que dispone la habitación infantil para evitar que sea demasiado grande o pequeña. Un color adecuado. El color que elijas de la alfombra debería coordinar con la habitación del pequeño, ya sea estampada o lisa. Puedes tener en cuenta la colorterapia si, más allá de la estética, quieres que la alfombra transmite una sensación en concreto: por ejemplo, el naranja es un color lleno de energía mientras que el azul transmite serenidad.
El color que elijas de la alfombra debería coordinar con la habitación del pequeño, ya sea estampada o lisa. Puedes tener en cuenta la colorterapia si, más allá de la estética, quieres que la alfombra transmite una sensación en concreto: por ejemplo, el naranja es un color lleno de energía mientras que el azul transmite serenidad. Fácilmente lavable. Es importante que la alfombra que elijas se pueda lavar fácilmente en casa, ya que deberá limpiarse con regularidad para evitar la presencia de ácaros y para acabar con las frecuentes manchas que pueden aparecer con el uso de los niños.
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Pros y contras de las alfombras infantiles
Tener una alfombra infantil en la habitación del niño tiene las siguientes ventajas:
Aporta calidez. La alfombra aporta un toque cálido y acogedor al dormitorio infantil, ya que permite al niño disponer de un espacio de juegos confortable y al ser más mayorcitos, pueden utilizar el rincón de la alfombra como espacio de lectura. Sin embargo, es importante limpiarla regularmente, pasando el aspirador una vez a la semana.
La alfombra aporta un toque cálido y acogedor al dormitorio infantil, ya que permite al niño disponer de un espacio de juegos confortable y al ser más mayorcitos, pueden utilizar el rincón de la alfombra como espacio de lectura. Sin embargo, es importante Es funcional. La alfombra es bonita y un elemento decorativo esencial en la habitación del niño, pero también es muy prácticas porque puede usarse, como comentábamos, como espacio de juegos, rincón de lectura o con el objetivo de que, al levantarse por la mañana, el niño no se resfríe.
Sin embargo, la alfombra infantil también tiene algunos inconvenientes:
Si tiene mucho pelo, puede resultar incómoda . Aunque puede ser bonita la alfombra mullida y con mucho pelo, a la práctica puedn resultar algo incómoda porque a los niños les pueden caer cosas entre los pelos como, por ejemplo, las fichas de algún juego. Además, la alfombra con pelos puede soltar pelusa y provocar reacciones alérgicas en los niños.
. Aunque puede ser bonita la alfombra mullida y con mucho pelo, a la práctica puedn resultar algo incómoda porque a los niños les pueden caer cosas entre los pelos como, por ejemplo, las fichas de algún juego. Además, la alfombra con pelos puede soltar pelusa y provocar reacciones alérgicas en los niños. Las alergias. Puede ocurrir que la alfombra cause una reacción alérgica en el niño si el pequeño desarrolla o tiene predisposición a la aleriga a los ácaros, ya que en las alfombras suelen abundar estos molestos animalitos. Sin embargo, con una higiene regular y constante, se pueden eliminar eficazmente los ácaros, evitando su presencia.
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