Fáciles de lavar. En cuanto al tipo de alfombras que utilizar en dormitorios infantiles, Roser recomienda “todas aquellas que sean fácilmente lavables en casa. Con los niños es imposible que no se ensucien, así que lo más práctico es tener una alfombra que se pueda limpiar con regularidad y por la que no tengas que estar sufriendo si se mancha. Es clave que lleve antideslizante en la base y que no suelte mucho pelo. Y cuanto más mullidas, mejor”.
A pesar de que Roser se declara una fan total de las alfombras infantiles, entiende que haya gente que no le parezcan adecuadas para el cuarto de los niños. En este caso, aconseja como alternativa los pufs o las “alfombras de juegos”, que son como colchas pensadas para poner sobre el pavimento.
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