La habitación en la que descansan los más pequeños de la familia, es por obligación la que mejor decorada debe estar. La frase de que cuando nacen, se convierten en los reyes de la casa, se adapta fielmente a la realidad. La elección de un color u otro, puede potenciar o reducir algunos aspectos de la personalidad del bebé, por lo que resulta fundamental conocer las reglas básicas de coloterapia. Éstas te ayudarán a decorar el dormitorio de los más pequeños con colores que potencien sus aptitudes sin influir en el descanso diario.
6 Colores para las paredes de los niños según la edad
A la hora de elegir el color o colores que vestirán el dormitorio infantil, deberás tener muy en cuenta el carácter de tus hijos. Si se trata de niños muy nerviosos, deberás apostar por tonos que los aplaquen. Por otro lado, si son más tímidos e introvertidos, puedes optar por colores más atrevidos e intensos, con el fin de exteriorizar sus emociones más fácilmente. Los tonos rojos ayudan a mejorar su estado de ánimo, mientras que otros como el amarillo, el violeta o el azul, suelen resultar beneficiosos para potenciar el aprendizaje y mejorar su descanso. Por otra parte, para los hiperactivos, el verde les ayuda a expulsar la energía de más; y el naranja para liberar tensiones acumuladas, potenciando su sociabilidad. Dependiendo de los años que tengan tus hijos, deberás emplear unos colores u otros. Para los más pequeños, que no pasan de los 3 años, los tonos ideales están entre el canela, el azul cielo o el verde claro. Estos colores son suaves y relajantes, aportando calma y propiciando el mejor descanso para ellos. Para los niños de edades comprendidas entre los 3 y los 11 años, se pueden ir incorporando colores más intensos como el rojo 'carmín', el lima o el naranja.
De esta forma, se consigue asegurar el descanso los primeros años de vida del bebé y después ir potenciando ciertas aptitudes a medida que va creciendo.
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