Las vacaciones de Semana Santa pasaron a la historia. Ya se nos han olvidado aquellos días de descanso y seguro que a los más pequeños de la casa les sucede lo mismo. Es el momento de encarar la recta final del curso, para lo que necesitarán espacios de trabajo y estudio adecuados a sus necesidades. Te contamos cómo puedes conseguir que las zonas de estudio para niños sean prácticas y decorativas a un tiempo.
A medida que los niños van creciendo sus necesidades cambian… y mucho. La ropa se les queda pequeña, los juguetes de mayores sustituyen a los que tenían cuando eran más pequeños, y los muebles se modifican igualmente en sus habitaciones. Igual que la cuna pasa a mejor vida cuando el niño ya puede dormir en una cama, con el inicio del cole nuestro peque comienza a necesitar una zona de estudio para niños propiamente dicha.
Es cierto que al principio, durante la educación infantil, nuestros hijos aún no necesitan una zona de estudio en toda regla. Todavía son pequeños y no tienen deberes ni trabajo escolar que hacer. Durante estos primeros años basta con que el niño disponga de una pequeña mesita y una silla adecuada a su tamaño para poder sentarse a recortar o dibujar (ya sabrás que estas son actividades que a los niños de entre 3 y 6 años les encanta hacer).
Pero tan pronto como el peque comience la Educación Primaria y hagan su aparición los terribles deberes, comenzará a necesitar más pronto que tarde una zona de estudio para niños en la que trabajar a gusto con su mesa, su silla, su espacio para guardar, etc. Si ese es tu caso, entonces ha llegado el momento en que hagas un par de cambios en su habitación para incluir un escritorio. Te contamos cuáles son las claves para acertar en la elección.
Crear una zona de estudio para niños en una habitación amueblada
Muchos padres aprovechan la llegada del niño a la Educación Primaria para redecorar por completo su habitación, si es que no lo han hecho antes. Es ahora cuando los muebles que tenía el peque cuando era solo un bebé (exceptuando, claro está, el cambiador y la cuna que hace tiempo que fueron guardados a buen recaudo) pasan a mejor vida y se encargan nuevos elementos para el dormitorio infantil.
En este momento conviene tener claros ciertos aspectos como el tipo de decoración que queremos para el cuarto, ya que se supone que estos muebles y objetos han de durarle ya unos cuantos años. Por eso no es ninguna idea descabellada contar con el asesoramiento de un profesional que nos ayude a diseñar la habitación de forma que logremos aprovechar el espacio lo mejor posible.
Pero, ¿qué pasa si queremos incorporar una zona de estudio para niños a una habitación ya amueblada? Pues absolutamente nada, ya que existen un sinfín de alternativas para elegir el escritorio más adecuado a nuestras necesidades y las de nuestros hijos.
Lo primero que debes hacer es tener en cuenta el resto de elementos que componen la decoración del cuarto, para poder elegir un escritorio que armonice con ellos. Aunque no es necesario que haga juego con el resto de muebles, sí puedes optar por un modelo que comparta algo en común con ellos, ya sea el estilo, el color o el tipo de madera.
No tendrás problemas para encontrar lo que buscas, puesto que hay una gran oferta en el mercado.
Todo depende de tus gustos, de la decoración de la habitación y de la edad del niño. Si no es todavía mayorcito, elige un escritorio robusto y resistente que aguante el ritmo de los más pequeños.
Personalmente, me encantan los escritorios infantiles de madera natural y también los que van pintados o lacados. Incluso los que combinan ambos acabados.
En cuanto a los colores, todo depende de cómo sea la decoración de la habitación, pero el blanco suele ser una opción que nunca falla.
Todos sabemos lo importante que es mantener el orden en casa. Y esta afirmación toma un carácter especial, más decisivo y auténtico, cuando se trata de habitaciones infantiles. O les damos los recursos y facilidades para que puedan ordenar sus cosas, o preparémonos para lidiar con el CAOS con mayúsculas.
Por eso es tan importante que los escritorios que compongan la zona de estudio de nuestros churumbeles cuenten con espacios para guardar cosas. Cajones, baldas inferiores, estantes o compartimentos en los que almacenar el material de dibujo, los lápices y cuadernos y demás cosas.
Hay algunos modelos de escritorio que cuentan con el sobre abatible debajo del cual existe un espacio de almacenaje para todas las cosas que los peques necesitan tener a mano. Sea como sea, lo importante es que dispongan de algunos huecos y espacios para guardar.
Si tus niños son muy pequeños todavía tienes tiempo de buscar ideas para decorar su habitación y crear, cuando llegue el momento, una buena zona de estudio para niños adecuada para ellos.
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